Talamantes se sitúa en un entorno natural incomparable. Su casco urbano se encuentra en la confluencia de los barrancos de Valdeherrera y Valdetriviño. Además, parte de su término municipal transcurre en el Parque Natural del Moncayo.
La historia de Talamantes ha dejado valiosas construcciones como testimonio. Los restos del castillo en lo alto del cerro, vestigio de la Orden de San Juan de Jerusalén. También destaca su ermita y su iglesia, puntos que brillan con fuerza en medio de la naturaleza.
Las fiestas tradicionales de Talamantes conservan el paso de la historia, que resuena en cada celebración. El 22 de mayo se realiza la romería a la Virgen de Constantín, situada en la localidad de Purujosa. Las fiestas patronales en honor a San Miguel Arcángel tienen lugar el 29 de septiembre, día en que se representa un dance que aúna baile y teatro popular.
El castillo domina la escena y la historia de Talamantes. Se construyó en 1177 y desde 1209 perteneció a la Orden del Temple. Este castillo les permitía controlar la zona, incluidas las cercanas minas de plata de Calcena. Tras la desaparición de los templarios Talamantes pasó a los Hospitalarios, permaneciendo bajo su control hasta 1785. Entre las calles empinadas de Talamantes puede admirarse la iglesia parroquial de San pedro Apóstol. Se trata de un monumento del siglo XVI cuyos muros encierran la historia de Talamantes. Al otro lado del barranco brilla la ermita románica de San Miguel, que data del siglo XIII con modificaciones posteriores. Consta de una sola nave y en su interior se guarda la imagen de San Miguel Arcángel, patrono del pueblo.
A pesar de su peculiar localización, Talamantes también produce uno de los tesoros de la Comarca: el vino. Su producción es tan pequeña que no pertenece a la Denominación de Origen Campo de Borja; las bodegas talamantinas son un secreto de incalculable valor.
Destaca su producción de miel, una valiosa y abundante producción que se comercializa. También se sigue practicando la caza, puesto que el peculiar entorno natural que rodea a Talamantes es un paraje inmejorable para su práctica. Las mejores piezas se incorporan a la gastronomía local, que utiliza los productos de la zona para ofrecer una calidad insuperable.
Talamantes forma parte de un escenario bucólico, en las estribaciones del Moncayo, al pie de las Peñas de Herrera. Este paisaje extraordinario es ideal para el senderismo, ofreciendo una experiencia única para el caminante. Además, en las proximidades se encuentra la sima del Tubo, donde puede practicarse la espeleología. El Parque Natural del Moncayo ocupa parte del término municipal de Talamantes. Su belleza puede comprenderse mejor gracias al punto de información situado en el antiguo lavadero del pueblo. Ofrece también información detallada sobre la rica flora y fauna de la zona, cuya gran diversidad es un espectáculo para el visitante. Otras joyas que se esconden en este paisaje son los parajes conocidos como La Tonda, Las Peñas de Herrera, Fuente Menera y Valdetreviño, donde un puente medieval atraviesa el barranco.
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