Casa Consistorial, tipología del palacio aragonés renacentista, y la casa-palacio con clásicas galerías de arquillos. 
256 habitantes y su gentilicio es bulbuentino. 
Se sitúa a orillas del río Huecha y de la carretera Soria-Burgos, a 69 Km de Zaragoza. Bulbuente vive en cada uno de sus vecinos, que han conquistado tiempo y espacio para construir un pequeño tesoro. De raíces medievales, la riqueza de sus gentes atraen numerosos visitantes gracias a su gastronomía y el sabor de su historia.
Tradición y modernidad conviven en las calles de Bulbuente. Su pasado medieval puede acariciarse en los restos del castillo, entre otras joyas. Los establecimientos se abren al turista, que puede comprobar el valor de Bulbuente en los muchos regalos que da la tierra de la zona.
Atrévete a sentir Bulbuente, un lugar que siempre te dará sus mejores regalos.
Las voces suenan cantarinas en Bulbuente, ya sea alrededor de su fuente de veinte caños o por sus estrechas calles. La tradición es una actitud vital que se manifiesta en la vida diaria, la gastronomía y los cultivos de los propios vecinos.
En sus fiestas patronales en honor a San Bartolomé, 24 de agosto, los danzantes inundan de alegres melodías las calles del pueblo y representan en la plaza un auto sacramental conocido como el Dance. En él, unos pastores reciben la ayuda del Santo para vencer al diablo. En la procesión posterior, un cipotegato recorre las calles criticando lo sucedido en el pueblo.
En estos últimos años Bulbuente organiza la representación de “La Mora Encantada”. La localidad se traslada hasta el siglo XIII dividiéndose en dos bandos: por un lado los cristianos, encabezados por el caballero pamplonés Don Alonso Fernández, y por otro los musulmanes, capitaneados por el temible Ibn Abí. Los vecinos de la localidad se vuelcan en la organización confeccionando para la ocasión más de 150 trajes de época. Sin duda “La Mora Encantada” es una representación que cada año coge más fuerza, escenificando una de las muchas leyendas que la Comarca encierra.
Bulbuente ha recibido varios nombres a lo largo de su historia, pero todos ellos reflejan su grandeza. La nobleza de sus orígenes puede palparse en su castillo, donado en 1242 por Jaime I al Monasterio de Veruela. Se mantiene su torre de sillería del s.XII, pero en el solar del castillo se erige un palacio que data del siglo XVI.
La cercana Casa Consistorial conserva una tipología similar, incluidas las clásicas galerías de arquillos; su tacto aún conserva el paso del tiempo. La iglesia parroquial de Santa María, de estilo gótico, guarda en su interior algunas tablas góticas y otras obras pictóricas.
Entre las joyas de Bulbuente destaca también la ermita de San Bartolomé, construida en el siglo XVII. Durante décadas permaneció cerrada, por lo que los vecinos construyeron su propia historia sobre el pasado y en la actualidad funciona como bar y centro de día; un espacio a la altura de Bulbuente.
La tradición ha destilado las mejores fragancias en Bulbuente. El saber de sus agricultores permite elaborar vinos y aceites de calidad insuperable, admirados en todo el mundo.
El vino forma parte de la herencia de Bulbuente. Por eso, Bodegas Román protege los mejores viñedos para la Denominación de Origen Campo de Borja. Una sinfonía de olores y sabores seduce al visitante para que siempre porte un pedazo de Bulbuente.
Las tierras de Bulbuente también regalan un precioso tesoro. La calidad del aceite Sierra del Moncayo ha enamorado a todos los paladares. Actualmente la almazara Oliambel permite al visitante conocer todo el proceso de elaboración del aceite, desde el momento en que el fruto se deposita en la almazara hasta el embotellamiento del mismo.
La agricultura y la ganadería se mantienen en Bulbuente, aunando tradición y tecnología para ofrecer el mejor sabor. Desde los pequeños hortelanos hasta las grandes instalaciones ganaderas, todos colaboran para elaborar una gastronomía inconfundible.
La oferta de Bulbuente se completa con unos establecimientos únicos, lugares donde el tiempo se detiene para que el comensal disfrute de una experiencia total. Su valioso patrimonio se construye en cada cosecha y se sirve en cada plato.
Nunca has saboreado la tradición y la pasión como aquí.
El paisaje de Bulbuente es un gran lienzo donde abundan detalles arrebatadores. Sus leyendas conquistan al visitante, que se sentirá parte de la historia de la localidad.
La dolina de la mora encantada es una conocida depresión; se dice que pudo ser un teatro romano. Según la historia, numerosos túneles lo conectan con el castillo. Una mora curiosa quiso comprobarlo, pero nunca regresó; ahora su espíritu recorre el lugar, eternamente condenado.
El paseo por el entorno natural, de variada vegetación, guarda más secretos. La piedra del sacrificio, donde se ejecutaba a los musulmanes, se sitúa en un enclave privilegiado. Esta escena es ideal para un paseo por los alrededores y admirar la belleza de Bulbuente.
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